En el vertiginoso mundo actual, donde las expectativas de los usuarios y las dinámicas del mercado inmobiliario evolucionan constantemente, la gestión de propiedades ya no puede limitarse a lo básico. Atrás quedaron los días en que un edificio era solo un conjunto de paredes y servicios. Hoy, los espacios ya sean oficinas, residencias, centros comerciales o universidades son entornos vivos que influyen directamente en la productividad, el bienestar y la satisfacción de quienes los habitan.